ONDI STUDIO: La joyería de Andrea Ottenwalder
Texto por Fery Cordero Bello Fotografías por Sebastián Viñas de Otro Studio
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Desde que la artista visual Andrea Ottenwalder (1995, Santo Domingo) descubrió lo mucho que le gustaba crear piezas de joyería, no ha sido capaz de parar. Desde el año pasado trabaja bajo el sello de Ondi Studio, su laboratorio (como me gusta llamarlo) para experimentar con todo lo que la confección de prendas tiene para ofrecer.
Las piezas que Ottenwalder realiza se caracterizan por la libertad e ingenio con que combina diferentes materiales, formas y texturas, creando así prendas llenas de personalidad, expresivas y que exigen que le prestes atención. Muchas de los componentes de la joyería de Ondi Studio llegan a las manos de Andrea tras visitas al Barrio Chino, mercerías, tiendas de segunda mano, desmantelando y reutilizando otras joyas para darle nueva vida.
Tras su participación en el 28 Concurso de Arte Eduardo León Jimenes con su obra yo sé que lo que quieres es ser como tú eres (2020), época en que Andrea quedó con energía y motivación para seguir creando, pero sin saber cómo canalizarlo. Justo en el tiempo indicado, una caja llena de joyas de una amiga de su familia cae en sus manos: "decidieron dármela a mí para ver si había alguna que me gustaba. Muchas piezas estaban rotas, o de algunas solo me interesaba un dije en particular. Fue ahí que empecé a pensar en lo que podía crear a partir de ellas, pero todo como un hobby, para distraer la mente, sobre todo luego de haber terminado el proyecto de las toallas para el Concurso del Centro León. Tenía energía que me había quedado y me puse hacer algo que nunca había hecho antes y que resulta que se me dio bastante bien, me entretenía y cumplió con su cometido de distraer mi mente”.
Lo que comenzó como un hobby personal evolucionó: ahora crea pequeñas colecciones que vende en su perfil de Instagram, además de crear por encargo. Para Andrea, hay razón más allá de la transacción económica: "Algo que yo hago con las piezas que creo para mí es que las vivo rompiendo, las modifico, así que muchas veces siento que nada de lo que hago dura, porque eventualmente me canso y lo cambio. Pero con las piezas que hago para otras personas no lo puedo hacer, así que es una manera que ese trabajo tenga un poquito más de trascendencia”.
Siendo la ávida consumidora de imágenes que es, Andrea entiende que su mayor inspiración a la hora de crear es la joyería en sí: "creo que de lo que más me inspiro es de otra joyería. Me gustaría decirte algo más poético, que me inspiran tales temas, pero realmente me influencia para hacer joyería es otra joyería, intentando muchas veces replicar técnicas”. A pesar de la creatividad y gusto definido que conlleva crear sus hermosos collares seriados, o los delicados aretes, Ottenwalder no considera la joyería como parte de su práctica artística, sino todo lo contrario, “es el descanso”.
La esencia maximalista de Ondi Studio es evidencia física y utilizable de una generación que rechaza el minimalismo y abraza la opulencia, lo excéntrico y la diversidad de formas y formatos. Una generación cuya memoria está llena de imágenes aleatorias, de referencias recicladas mezcladas con otras referencias, con la visión estética de oriente contaminando los cánones occidentales, y principalmente, una generación capaz de convertir el ruido del choque en armonía.
Dicho esto, es natural que la primera sesión de fotografías oficial de Ondi Studio haya sido realizada por Otro Estudio, un colectivo de jóvenes artistas visuales, audiovisuales, sonoros, de gráfica y animación que está germinando en Santo Domingo y que buscan contaminar la forma en que se crean y consumen imágenes y sonido en República Dominicana.
En la sesión, fotografiada por Jeremy García y Sebastián Viñas, también figuran varios integrantes de Otro, como Nelson Rodolfo Espaillat, Carlos Toribio, Miguel Chicon, Carla Bacchi, Zoe Blachard y Nickyan Wilfredo, al igual que la misma Andrea.
